Contaminación acústica: los sonidos que nos mantienen en vela

Hay una situación clásica que le ocurre a muchas personas. Ya hicieron toda su rutina de sueño: cenaron temprano, se dieron un baño relajante, apagaron la televisión, silenciaron el celular, etc. Todo indica que van a pasar una gran noche de descanso. Sin embargo, ocurre algo trágico: bocinazos, ruidos de autos acelerando y frenando, ruidos de gente gritando en la calle, y la lista continúa. ¿Qué hacer frente a esta situación? La contaminación acústica proviene principalmente del exterior, pero a veces también desde nuestros propios hogares, y puede resultar perjudicial para el sueño y en consecuencia, para nuestra salud en general. En este artículo vamos a indagar acerca de este problema y cómo se puede apaciguar.

Principales fuentes de ruidos ambientales

Las grandes ciudades son las principales productoras de contaminación sonora para sus habitantes. Su fuente principal proviene del tráfico. También puede deberse a trenes, aviones, conciertos musicales, bares y discotecas. Todos estos factores producen un exceso de ruido que repercute de forma negativa en nuestro descanso.
Existe una enorme cantidad de estudios científicos que confirman la relación entre los ruidos ambientales y una mala calidad del sueño. Esto resulta bastante desalentador, ya que en la mayoría de los casos, las fuentes de ruido mencionadas antes son muy difíciles de controlar o eliminar. Obviamente, el ruido que llega a una casa ubicada en la avenida principal de la ciudad no va a ser igual al de una casa posicionada en un barrio privado. También hay otros factores que hacen que los ruidos ambientales sean más o menos molestos al momento de dormir, como la edad y la sensibilidad ante el ruido que posee cada persona.

Efectos de la contaminación acústica

Son varias las consecuencias de los ruidos ambientales durante el momento de descanso. Estas consecuencias se pueden separar en dos grupos, los efectos primarios y los efectos secundarios. Los efectos primarios ocurren cuando está presente el ruido. Algunos de estos efectos incluyen dificultades y/o retraso en el comienzo del sueño, interrupciones del sueño y alteraciones en cuanto a la calidad y cantidad de horas de sueño. También pueden incluir manifestaciones físicas tales como cambios en la frecuencia respiratoria, el aumento de la presión arterial o del ritmo cardíaco y alteraciones en los movimientos corporales. A su vez, los efectos secundarios, aparecen por lo general al día siguiente y pueden referir a cambios en el humor, sensación de cansancio y/o menor rendimiento físico y mental.

Cómo disminuir la contaminación acústica

Parte del problema de la contaminación acústica recae en las autoridades de cada lugar de tomar medidas que ayuden a disminuir los ruidos de la calle. Es su responsabilidad tomar cartas en el asunto, haciendo campañas de concientización y/o promover medidas que inciten a reducir el tráfico nocturno. Lamentablemente, esto es algo que en muchos lugares todavía está muy lejos de formar parte de la agenda de los gobernadores. Hasta entonces, podemos recurrir de forma individual a una serie de medidas para ayudar a disminuir el ruido externo en nuestros hogares.

  1. Siempre que sea posible, disponer el dormitorio en la habitación más alejada de la calle. Estar lo más lejos posible de los ruidos externos de la calle es fundamental. También es importante intentar que el dormitorio, y principalmente la cama, estén lo más alejados posible de los focos de ruido dentro de la casa, ya sea la lavadora o la televisión.
  2. Apagar o poner en silencio todos los dispositivos digitales dentro de la casa. Aunque parezca una obviedad, no está demás tomar esta precaución. Por ejemplo, mucha gente se va a dormir sin silenciar el celular, y es típico en estos casos que suene una notificación a las 3 AM y que esto los despierte de su plácido sueño. También es muy importante utilizar los dispositivos electrónicos dentro de sus niveles seguros de sonido, para mantener los oídos saludables y así descansar mejor por la noche.
  3. Instalar ventanas herméticas y aislantes del ruido. Gran parte de los ruidos externos se pueden disminuir drásticamente con la instalación de ventanas con cristal doble y cámara de aire, y que además se puedan cerrar de forma hermética. Esta opción puede resultar algo costosa, pero definitivamente traerá resultados excelentes.
  4. Utilizar tapones para los oídos para dormir. Es una alternativa económica y fácil que puede ayudar a minimizar los ruidos. Resulta muy útil para las personas que duermen con ventanas abiertas en verano, por ejemplo.

Ser un buen ciudadano. Muchas veces el ruido es generado por nuestros propios vecinos, haciendo reuniones nocturnas escandalosas o escuchando música a niveles inadmisibles para altas horas de la noche. Es por eso que lo mejor es actuar con conciencia y consideración hacia nuestros vecinos, respetando los horarios de día y de noche para hacer ruido. Las buenas acciones se contagian.

Conclusión

Dormir bien es una parte fundamental para mantener un equilibrio físico y mental saludable. La contaminación acústica puede afectar este equilibrio. Por eso, lo mejor es siempre evaluar el origen de los ruidos molestos, para luego poder decidir qué opción va a ser la más adecuada y posible para cada persona, dependiendo de su situación particular.