Las nuevas tecnologías se han convertido en la salvación para muchas parejas durante el confinamiento como medida para limitar el movimiento y no propagar el coronavirus que ha separado a miles de personas.
Pero también ha aumentado la alarma de aquellos jóvenes, que en busca del deseo, se dejan llevar por conversaciones a través de estas pantalla que pueden acabar mal y derivar en “sextorsión”.
Ante esto, ¿cómo los padres pueden dirigir la situación con sus hijos?
- Hablar de manera clara y sincera con los hijos. Los padres han de reforzar de alguna manera la idea de que lo que les ocurra a ellos en las redes, no es culpa suya. Y por ello, deben recomendar que en caso de que pidan fotos, no cedan al chantaje o, si esa persona cuenta con un consentimiento, las fotos deben ser enviadas con al ropa puesta con el fin de evitar consecuencias posteriores que pueden perjudicar gravemente al menor.
- No prohibir el uso del móvil. La prohibición no es la solución, sino que hay que ayudar a entender a los hijos el impacto que puede ocasionar el hacer “sexting” con alguien desconocido y hasta con una persona que consideres de tu confianza.
- Ayudarles a fortalecer su autoestima. Uno de los temas más importantes es ayudar a los hijos, que se encuentran en una edad en la que pasan por una etapa sensible, en reforzar su autoestima y que sean conscientes de sus habilidades, recursos y reacción ante estas circunstancias.
- Evitar la represión sexual. El “sexting” puede ser una manera del niño o adolescente para mostrar su represión sexual por la sociedad que le rodea o por la falta de comunicación con sus progenitores, un fallo que va desde la escuela al hogar. Por ello, es necesario fomentar la educación sexual en esas edades y explicar por qué hay que evitar esas prácticas.
1 de cada 4 menores de edad asegura haber recibido material sensible
De acuerdo a la revista estadounidense de la Asociación Americana de Medicina, JAMA Pediatrics, el 27 por ciento de 110.380 jóvenes, la mayoría con edades comprendidas entre los 15 y 16 años, han asegurado haber recibido material sensible y el 15 por ciento ha confesado haber enviado ese tipo de material.
Por su parte, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ha lanzado recientemente una campaña de concienciación sobre el “sexting’”entre los menores.
Según un estudio de Incibe publicado este año, 1 de cada 10 menores europeos de entre 15 y 16 años afirma enviar mensajes con connotación sexual en una encuesta a 21.964 menores de 9 a 16 años.
El caso español indica que 1 de cada 3 jóvenes en Internet se han visto en situaciones que les hancen sentir “molestos” ante terceros, de acuerdo a este estudio.
El Código Penal español recoge el delito de exhibición sexual, en particular en el artículo 185, y contempla penas para “actos de exhibición obscena ante menores de edad o incapaces”. El artículo 186 habla del delito de provocación, ya que castiga a toda aquella persona que venda, difunda o exhiba cualquier tipo de material pornográfico entre menores.
Piensa antes de publicar
El “Piensa antes de publicar” es el eslogan con diferencia que los padres han de enseñar a sus hijos.
Y es que el tema de la sextorsión, es decir, el chantaje en el que alguien usa este tipo de contenidos enviados para obtener algo de la víctima, utilizando la amenaza de publicación de dicho contenido es un tema delicado y que es muy difícil padres a abordar con los menores de edad.